Edurne y todo su equipo  descansan ya en el Campo Base del Annapurna, después de un largo  descenso desde el Campo IV, que les ha ocupado buena parte del día.
Eras  las 16:45h. (hora local) cuando por fin han alcanzado el CB y todos los  integrantes de la expedición han podido celebrar el enorme éxito que ha  supuesto la conquista del Annapurna.
Durante el largo descenso  de hoy el equipo ha ido acusando el enorme esfuerzo, el cansancio  acumulado y la deshidratación.
Edurne y Nacho han tenido problemas  de visión por la deshidratación, y Alex Txikón acusaba molestias  musculares en las piernas.
Sin embargo estos pequeños problemas han  ido remitiendo a medida que el equipo descendía, y aprovechaba la  llegada a los diferentes Campos de altura, Campo III, Campo II y Campo  I, que han ido desmontando a medida que descendían.
Nati sherpa, que  salió del CB a primera hora de la mañana se encontró con ellos allí para  llevarles algo de fruta, unas Coca Colas y ayudarles en la tarea de  desmontar y portear de regreso el material de los campos de altura.
Edurne  y todos los miembros de la expedición están felices y muy satisfechos  por el trabajo realizado.
Han dejado toda la ruta equipada para las  próximas expediciones a las que desearán mucha suerte en los próximos  días antes de iniciar su regreso. Aunque aún no se ha confirmado aun el  plan de regreso a Kathmandu, lo más probable es que el equipo emplee un  par de días en desmontar el Campo Base y será probablemente el miercoles  día 21 cuando vuelen de regreso a Kathmandu, donde gozaran de un día  completo de merecido descanso antes de emprender camino hacia el Tibet,  donde les espera el Shisha Pangma, que pretenden escalar por su cara  norte en las próximas semanas.
El Shisha Pangma, a pesar de ser  el más bajo de los catorce ochomiles, es la montaña maldita para Edurne,  que ya ha intentado escalarla sin éxito en cuatro ocasiones.
Esta  vez sin embargo, el equipo la afronta en un gran estado de forma física y  aclimatación, y por supuesto con una carga de moral y energía extra  gracias a la reciente conquista del Annapurna